jueves, 3 de octubre de 2013

Capitulo 21 y 22




Capitulo 21


Las once y treintaiocho de la noche. Ahora y treintainueve. Los ojos de Lalivolvían a estar inundados en lágrimas. Peterno había vuelto. No le había dado la gana de volver. Había acostado ya a Allegra. Le había dicho que su padre estaba fuera durante todo el día por culpa del trabajo, y que por eso no había comido ni cenado con ellas. Laliquería que volviera. Quería pedirle perdón, hablar, como personas. Ella se había equivocado, pero él, también. No, no quería que volviera.
Necesitaba que volviera. Sentir su presencia cerca. A veces molesto, a veces agradable, o quizás gracioso. Otras picante, otras romántico. Tanto era. Lo necesitaba a él, necesitaba su carácter único que complementaba el suyo. Terminó de poner la ropa de color dentro de la lavadora. Unas pequeñas gotitas se dibujaron en el gravado gris del aparato. Lalitiró los mocos hacia arriba y apretó los ojos con fuerza. Igual que los labios. Odiaba llorar. Odiaba sentirse mal. Pero eso la hacía humana. Alguien la rodeó por detrás. Se llevó el susto del siglo, pero agradeció a Dios ese abrazo. Dejó caer la última prenda dentro de la lavadora y cerró la tapa.

- Eh… - murmuró él.

- Eh. – dijo ella, girándose y apoyando su trasero y la mitad de la zona lumbar en la lavadora. Mientras esta se encendía y dejaba que un suave ruido inundara el silencio de fondo. Peterle levantó la cara, cogiéndola del mentón. Los ojos de ella estaban rojos, acuosos. Y no le gustaba nada verla así. Retiró unos mechones de pelo, se los colocó detrás de la oreja. Estaba guapísima así, sin arreglar, con algún enredo en el pelo y sin maquillaje. Y con unos simples piratas y la camisa de pijama de la Betty Boop.

- ¿Por qué lloras? – le susurró él.
- Por que el hombre al que amo está enfadado conmigo. Por que el hombre al que amo me ha dicho que no se va a casar conmigo por ser una estúpida desconfiada.
– le contestó Lali__, en voz baja, de una forma ahogada. Las palabras se le atascaban, dolían al salir. Parecía que tuviera un nudo en la garganta.
- ¿A sí? ¿Y quién es ese hombre? – dijo Peter, apoyando su frente contra la de ella.
- Tú, idiota – dijo Lali rompiendo a llorar. Lo abrazó. Petersuspiró y la apretó contra él. Apoyó su cabeza en la de Lali y se la besó.
- Yo no soy. Yo no soy, porque yo no estoy enfadado contigo. Y estaría loco si no me quisiera casar contigo. – la cogió de las mejillas y acarició sus labios con los suyos. – Niña, eres lo que más amo sobre este mundo. Si no discutiéramos no seríamos una pareja. No somos perfectos, cometemos errores, olvidemos lo de esta mañana. Te amo, te amo infinito. – se inclinó un poco más y terminó juntando su boca con la de ella. La movió, devorándola. Sentía tantas ansias por amarla que no pudo controlar su instinto voraz. El cuerpo de Lalivolvió a apoyarse de manera brusca contra la lavadora. Peter rodeó su espalda con un brazo, y el cuerpo de ella se juntó automáticamente contra el de él. Se separó un poco. – te quiero,Lali. – susurró, apartando más mechones de pelo.

Ella sonrió, aun con la cara húmeda.

-Pero esta mañana te dejé en ridículo… lo siento. – dijo ella, apoyando su cabeza en el hombro de él.                                    
- Lo que haya visto, oído, o pensado la gente de la agencia me importa una mier.da. – La miró, sonriendo, y le acarició una mejilla.
- Oh, Peter. – ella suspiró. Le entraban ganas de llorar de nuevo. Hoy había sido uno de los peores días. – Lo siento…
- No. No lo sientas más. – la levantó y la sentó en la lavadora. Sus grandes manos se posaron en la curvatura de su cintura y le besó el cuello, la cara, los labios.
Los parpados. El torso. Lalireía. Su lengua le hacía cosquillas, y sus labios la hacían sentir mejor, mucho mejor. Le gustaba tenerlo allí, jugar con él. Hacer el amor con él.

Peter se puso en cuclillas. Se aclaró la garganta, y apoyó una de las rodillas al suelo.
Alzó las manos, para coger las de su prometida.

- Lali. – dijo serio y poniendo un tono más grave de voz.
- ¿Aceptas a este estúpido como esposo, y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarle y respetarle todos los días de tu vida?
Lali se tapó la boca con una mano. Los ojos se le volvieron a iluminar. Esta vez de felicidad.
- Si, si quiero. – tiró de él para que se levantase y rodeó su cuello con un brazo, acercando su boca a la oreja de él. - Yo, Lali, te quiero a ti, Peter Lanzani, como esposo y me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.

Ambos rieron. Lalideslizó su boca hasta la de Peter. Y volvieron a besarse. Él frotó la espalda de ella, levantando poco a poco el jersey. Peter se retiró un poco.
Lali lo ayudó, levantando los brazos. Él lo deslizó por estos, por su cabeza.
Entonces algo llamó la atención. Un trozo de papel, el cual tenía una capa de papel de celofán, cubría la zona de la ingle, tirando hacia abajo, por el muslo. Peter desabrochó los pantalones de Lali, curioso.

- ¿Qué es eso? ¿Te has hecho daño? – preguntó.
- No. – sonrió ella, ladeando la cabeza y acomodándose para que Peter le pudiera quitar bien los pantalones. Él no tardó en dejarlos al lado de donde, pocos segundos antes, había dejado el jersey. Apartó la tira de la braga.
- No me jodas… - dijo asombrado. - ¿Es lo que pienso que es? – dijo mirándola, antes de apartar el papel, de un tamaño considerable.
- Compruébalo tu mismo. – Lali posó su mano encima de la de Peter, que sujetaba la punta del trozo de papel. Y tiró de ella, quitando aquello que cubría su piel. Ella siseó, aún le dolía mucho.

Peterabrió la boca.
- Reina santa ¿Qué has hecho? – Una sonrisa se dibujo en su rostro. No dejaba de ver el tatuaje que, adornando la hermosa piel de su prometida, dejaba señalado una P y una A.
- ¿Te gusta?

- Me encanta. – Peter se inclinó y se lo besó. La veía capaz de muchas cosas.
Pero ¿ella? Ella hacía cosas… cosas como esa, que nunca, nunca jamás, habían hecho por él. Ahora, alguien lo llevaba gravado en su piel. P A. Allegra y Peter. Una roja como la sangre, otra azul, como el cielo. Y aquel alguien que lo llevaba en la piel, no era un simple alguien. Era su mujer. Suya, suya, suya. Y de nadie más.
Suya, por siempre. Suya, para siempre.

Capitulo 22

Lali se tumbó boca abajo. Agotada. Peter le acarició la espalda. Ella suspiró.

- Siempre terminamos de la misma manera.

Peter rió.

- Cierto. – Apoyó la cabeza al lado de la de su amada. - ¿No te gusta?
- Me encanta, pero de ese modo sí que nos aburriremos antes el uno del otro.
- No lo creo.
- Yo sí. – dijo ella, enseñándole la lengua. Peter sonrió pícaro.
- Tú crees eso porque eres la que cae primero.
- ¿Perdona?
- Aja. – dijo él levantándose desinteresadamente. Lalilo detuvo por el hombro.
- No, no, ¿perdona? – repitió. - ¿Qué soy yo la que cae primero? Pero si eres tu el que no podría estar una semana sin…
- ¿Sin que, reina?

- Sin follarme. – admitió definitivamente.
Peter entreabrió la boca, divertido.
- Eso lo dirás tú. Eres tú, guapetona, la que no podría resistir una semana sin montarme. – le guiñó un ojo.
- ¿Apostamos? – dijo ella definitivamente, levantándose, vacilante delante de Peter. Él no pudo evitar mirar el cuerpo desnudo de ella. Por el lado femenino, ídem de ídem… los ojos color miel repasaron de los músculos a los abdominales.

- Vamos, dale. – dijo Peter inclinándose a ella para besarla. Pero antes que esto, viendo divertido como Lali ya ponía la boquita en forma de pez, le espetó. - ¿estas segura de que quieres torturarte?
- ¿Torturarme? Serás tu el que explote.
- Ya lo veremos, eso.
- Bueno. Si, ya lo veremos. – le guiñó un ojo. – ni besos, ni masturbación. – lo miró. Mal. – Me refiero a que no puedes meterme los dedos, y tú… - volvió a mirarlo descarada. – no puedes hacerte ni una sola paja. Porque lo notaré.
- Entonces… - dijo Peter abriendo de una revolada un cajón de la mesita. Sacó un pequeño vibrador. – esto mejor me lo quedo también ¿no?

Lali se sonrojó.

- Quédatelo, no importa.
- Seguro. – La picó Peter. - ¿no crees que te pasas un poco? ¿Ni un beso?
- No. Vamos a ver, si tanto puedes aguantar…
- Una semana. – concluyó Peter.

- Ni más ni menos… Pitt hasta el día de bodas.
- ¿Sabes que esa noche de bodas será explosiva?
- Si, lo sé. Pero lo sería igual si lo hiciéramos durante la semana.

- Vamos a abstenernos siete días… a ver qué pasa. – le guiñó un ojo. – pero caerás primero.
- No, caerás tú, primero. Quien pierda, mmhhh… - hizo una pausa, pensativa.
- Se currará el striptease de la noche de bodas.
A Lali se le iluminó la cara con una sonrisa.
- Echo.

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Hola hola holaaaaa






22 RT la pelotita
Y yo que pensaba que hoy no tenia que subir nove aajajajajajaj
Si peter no gana es trucho todo!
Uhhhh otra apuestaaaaaa eheheheh quien va a ganar???
Muaajahahahahah
y que feo decir lo del tatuaje tenia que ser sorpresa 


Che chicas son re zarpadas, come me pueden decir que hay muchas visitas por que hay alguien que lee para masturbarse. (eso lo dijo una de ustedes yo no u.u) ajajajajajajajaj zarpadas! Ajajajajajja
Malas chicas malas, tendria que venir peter para azotarlas u.u ;)
Ahora se hacen todas malas ajajajaj ;)

Bienvenidas a las nuevas lectoras y estoy feliz de que alguien reencontrò la nove ya que la habia perdido :D 

Besos @lovemeljkeyoudo 

10 comentarios:

  1. muyy buena nove seguilaaa porfaa
    By: Macarena

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  2. Si despues me di cuenta lo del tatuaje!!! :) jajajaja esta muy buena la nove aunque si tuvieran otro hijo/a seria re iwerkufjwjflwilj wme encantaaa muchas gracias por subir noveeee massss por fas ! @LuciaVega14

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  3. Con la vida sexual k tienen,les va a costaaaaaaaaaar(con ritintin).
    Espero k Peter pierda la apuesta,será diver la descripción d su striptease.

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  4. http://tusnovelalitter.blogspot.com.ar/2013/10/sinopsis.html te pasas por mi nove? Es nueva, la recomendarias? Seria de gran ayuda

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