Capitulo 23

Capitulo 23

Allegra abrió la puerta con puro sigilo. Intentó aguantar el llanto, pero no podía.
Sollozó y fue a buscar a su padre. Le movió un poco el brazo. Un puchero automatico se plasmó en su expresión.
- Papá… - dijo con voz temblorosa.

Peter dormía profundamente. Le dio la espalda, sin querer. Allegra suspiró y cambió de lado. Se dirigió a la izquierda y repitió la acción.
- Mamá… - la garganta le escocía, y los ojitos se le llenaron de lágrimas.

Lali se sobresaltó. Encendió la lamparita de luz y tuvo compasión haciaAllegra. Le acarició la mejilla.
- ¿Qué te pasa mi amor? – dijo apenada. – estás ardiendo…
- Me duele la cabeza… - dijo la pequeña.
Lali se levantó de la cama y cogió a Allegra en brazos. La paseó un poco, para que parara de llorar.
- ¿Qué te duele? – dijo Lali mirándola.
- La cabeza… me encuentro mal… - sollozó Alle.
- Vamos a ver… - Lali_ sacó el termómetro de uno de los cajones del tocador. Se lo coloco a Allegra y le aguanto el brazo. – no lo muevas ¿eh? – le sonrió y le besó la frente.
- ¿mmhh? - Lali se giró hacia a Peter, que se estaba despertando.
- Duerme, cariño. – le dijo Lali. – que no te lo digo a ti.

Peter se incorporó más y observó el panorama.
- ¿Qué pasa? – dijo aún somnoliento.
- Allegra tiene fiebre. – dijo mirando el termómetro. – justo rozando los trenta y ocho coma cinco grados.

- Dios… - Peter se levantó y se acercó a ambas. - ¿La llevamos a urgencias? – preguntó, mirando a Lali.
- No, tengo Dalsy, hará que le baje la fiebre y que pueda dormir. Pero mañana mejor no voy a la clínica y me quedo en casa con ella.
Peter asintió.

- ¿Necesitas algo? – le pregunto a Lali, ladeando la cabeza.
- No, tranquilo. – desapareció con Allegra hacia al piso de abajo, a buscar el jarabe.

Peter, de nuevo medio dormido, sintió como la cama se hundía por el lado izquierdo. Se incorporó. Allegra quedaba entre él y Lali.
- ¿Dormirá aquí?
- ¿Qué pasa? – dijo Lali acariciándole el pelo a su pequeña, mientras ella cerraba los ojitos y cogía un trozo de camisón de su madre. Le gustaba tener algo fino entre las manos cuando se trataba del sueño, de dormir…– No la voy a dejar en su cuarto, si se siente mejor junto a sus padres.
-Bueno, de acuerdo… - Peter se tiró un poco hacia la derecha, para que hubiera más espacio. – Vaya nochecita nos espera…
Lali sonrió. Peter se inclinó para besarla y ella se retiró.

- Que rápido olvidaste nuestra apuesta, cielo.

- Oh jódete. – se dijo a sí mismo. – Encima la apuesta. ¿Sin besarte durante toda la semana? ¿En que estaba pensando cuando te dije que si?
- Mmh… puedes darme el beso y terminamos ahora, pero espero que tengas un buen tanga de hombre… porque me deberás un striptease de los buenos y laaargos.
- ¿Perdón? – se rió él. - ¿Ya volvemos? Yo no pienso ponerme un tanga, bonita. Ve preparándote tú para pasarte por la tienda de Lencería Lucy y doparte bien de prendas sexys…
- ¿A mi? En todo caso no me haría falta comprarme nada nuevo. Me basta y me sobra con mis estupendas prendas ¿o me dirás que no?

- Bueno, si. – sonrió Peter. – el caso es que ya las tengo todas vistas.
Lali negó con la cabeza y apagó la lámpara.
- Ten en cuenta que tu hija está entre nosotros.
- Lo sé.
Las palabras resonaban en la oscuridad.
- Como la chafes… - suspiró Lali.

- No soy tan idiota.
Lali rió.
- A veces tengo mis dudas.

Peter refunfuñó algo, pero Lali, haciéndose la dormida, no le contestó. A veces, parecían ellos los críos. Y no Allegra

Peter le dio un beso a Alle. A Lali le dedicó una pícara mirada.
- Ya que no puedo besarte, intento utilizar, umh… mis dotes masculinos.
- ¿Dotes masculinos? - Lali dio un sorbo de su café.

- Será que no tengo. – dijo Peter alzando la barbilla.
- Sí señor, si tienes, y muchos. Pero sigues siendo creído, del mismo modo que el día en que te conocí.
- Oh y tu… tu…
- ¿Yo? – dijo Lali alzando una ceja.

- Sigues siendo tan perfecta, del mismo modo que el día en que te conocí.
- Oh… - suspiró Lali. – si no fuera porque no sé bailar pegada a una barra de stripper, te daría uno de esos besos que dejan sin aliento.

Ambos rieron. Allegra aún dormía. La fiebre había bajado, pero todo era por el jarabe. Una vez pasados los efectos, volvería a encontrarse mal. Tan solo tenía un constipado.
Pero cualquier cosa era punto de preocupación para una madre como Lali.

- Entonces, que vaya bien. – concluyó Lali. Le lanzó un beso. Peter hizo gesto de cogerlo en el aire.

Cerró la puerta y se montó en… ¿hoy cual toca? Ah sí, el Porsche carrera

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Hola hola hola
perdon si no subì pero tengo el cole y en el otro habian ni 10 firmas y cuando es asì no me dan ganas de subir :c 
perdon 
@lovemeljkeyoudo