Capitulo 15

Capitulo 15

A Lali le cogió un ataque de ansiedad cuando lo vio desaparecer por la puerta.
Se sintió mareada. Sabía que estaba en Nueva York. Pero esto era Los Ángeles.
Amadeoski había llegado a Los Ángeles. Amadeoski estaba en la misma jodida región que ella.
- Tranquila. – se dijo. – tranquila, quizás no quiera nada ¿Por qué iba a querer nada? Si quisiera algo me lo hubiera dicho ahora. – suspiró. – si quisiera matarme hubiera tenido la oportunidad ahora.
Suspiró. Recordó que Benjamin era un loco coleccionista de mujeres. Mujeres que no habían querido tener una relación con él. Las mataba y se las quedaba, para él, solo para él, para que ellas, muertas o vivas, supieran a quien pertenecían. Y ella había sido la última que lo había rechazado. Entrecerró los ojos y se dio cuenta de la suerte que había tenido al que Vazquez le asignara a Peter la misión de protegerla.

- ¿Allegra? – Su voz pareció un gemido ahogado.
La niña abrió la puerta. Lali le puso bien la ropa y la cogió para que llegara a la encimera, para limpiarse las manos.
- ¿Querrás postres? – le dijo su madre.
- No, estoy llena. – Allegra jugó con uno de los pendientes de Lali. –Mamá, papá me dijo que me parezco a ti.

- Cierto. – sonrió.
- Pero tú eres muy guapa.
A Lali se le pasaron todas las penas. Allegra abrazó el fino cuello de su madre.
- Te quiero. – dijo, con su voz aguda, aun de niña.
- Y yo mi vida. - Lali se quedó pensativa.
Se decidió a salir. La cara de Peter no le gustó. Para nada. Su padre lo había avasallado a preguntas. Y se suponía de que tipo.

- Será mejor que nos vayamos, cariño. – le dijo Lali a Peter, salvándolos a los dos de aquella situación. – Allegra está cansada.
Lali no dejó tiempo para que los demás respondieran. Les dios dos besos a cada y uno y al acercarse a Ana, le susurró al oído.
- A ti es a la única que he echado de menos. – Su hermana le sonrió complaciente.
- Que vaya bien Lali, nos volvemos a ver en la boda.

Amedeoski está en la ciudad. Allegra se había dormido de vuelta a casa. Peter la cogió en brazos y la llevó hasta su cuarto, mientras Lali se lo quedaba mirando, embobecida. Lo adoraba, era… era más que estupendo. Se decidió a irse a su habitación. Se estaba sacando los zapatos cuando la puerta se cerró y careless whisper sonaba de fondo. Peter la rodeó por la cintura, apartándole el pelo y besándole el arco del cuello. La melodía del saxo, de fondo, lo hacía aún más romántico. Peter se tambaleó un poco, haciendo que Lali también se moviera a su compás. Las manos de
Peter se posaron en sus hombros y los amoldaron, haciéndola gemir.

- Estás tensa… - susurró Peter.
- Mis padres me estresan. – ella agachó la mirada. – Lo siento.
- No pasa nada. – sonrió y la hizo girar, para mirarla a la cara. – Tu no tienes la culpa. – acarició su barbilla y la besó, juntando su cuerpo con el de ella. – Mmh, sabes a Bayleis. 

Lali apoyó su cabeza en el pecho de Peter. Él suspiró.
- Nena, no me gusta verte así.
- Bueno… - Lali tenía ganas de llorar. Le habían fastidiado la cena. Y… -Han dado muy mala imagen.
- Para nada. – Peter acarició algunos mechones de pelo. – Ven conmigo, tengo algo que te va a gustar.

Peter la cogió de la mano y se la llevó hacia abajo. Cuando se dio cuenta de que ella iba descalza.
- Pero haberte puesto las zapatillas, mujer. – rió.
- Es que como me has cogido así tan… improvisto.
Lali aún tenía una expresión seria. Triste. Peter intentó sacarle una sonrisa.

- Anda, sube. – se inclinó. Lali se negó. – Bueno, entonces…
Peter la cogió por debajo del culo y la cargó en su hombro.
- Pitt bájame. – se rió Lali.
- Oh, para nada. – Peter abrió la puerta. La noche parecía más oscura y todo. – este vestido te hace un culo delicioso. – dijo dándole un cachete.

Lali escuchó como las puertas del garaje se abrían. Peter la dejó en el suelo.
Ella se giró y se colocó bien el vestido. Cuando alzó la vista, abrió la boca. Al lado del Lamborginni de Peter, yacía quieto, aparcado, pequeño. Precioso. Un mini cooper D, blanco con las líneas negras. Con un lazo rojo, que lo hacía… adorable.

- Santo dios… - Peter la miró y le enseñó unas llaves.
- ¿Te gusta?

- Me encanta… - los ojos de Lali se humedecieron. Abrazó a Peter. Y empezó a llorar. Peter chasqueó la lengua.
- Nena, pero ¿Por qué lloras? – dijo abrazándola fuerte.
- Es que haces demasiado… - dijo sollozando. – yo no me merezco todo esto.
Mi padre tiene razón, ¡soy una fisioterapeuta de mierda! No me merezco un hombre como tu…
Peter la apartó.

- Oye, no vuelvas a decir eso, ¿me has oído? – Peter le apartó las lágrimas con el pulgar.
- Pero es verdad. – sollozo.
- No, no es verdad. – Peter la levantó y le besó la boca. Con ansias. – Te amo, te amo tanto, La, que no te cambiaría por nada. Te amo, tal y como eres, así, no hace falta más.
- Pero no te llego ni a la suela. – siguió ella. – Ni yo, ni mi familia.

- Cállate ya. – le mandó Peter. – me voy a enfadar. No debes considerarte eso, sabes que no estás en lo cierto.
Peter la volvió a abrazar. Lali lo estriñó fuerte contra ella.
- No me dejes, nunca. – pidió él. - ¿Me has oído?
Lali asintió.

- Pero si me muero algún día… - Peter la miró, ahora si enfadado. – Shht, espera. - Lali tiró los mocos hacia arriba y siguió hablando. – Quiero que sepas que quiero que vuelva a haber otra señora Lanzani.

Peter apretó los dientes. Si, estaba cabreado. Las palabras de Lali le oprimieron el pecho. Dolía. Dolía imaginar que a ella… le pudiera pasar ni la más mínima de las cosas.
- No digas esas cosas, me hacen daño. – Admitió Peter. - ¿Sabes por qué hasta
ahora no me he casado? - Lali ladeó la cabeza. – porque quiero que cuando lo haga, sea para siempre. Y lo nuestro es para siempre. - Lali volvió a llorar. –
Nena, tú serás la única señora Lanzani. La única para Peter, Peter Lanzani.

Lali no paraba de llorar. Peter cerró el garaje con rapidez y la cogió en brazos, de nuevo, hasta la cama, la tumbó allí. Ahora sonaba Speechless de Beyoncé.
- No me llores más, princesa… - le acarició la mejilla.
- Eres tan perfecto… - susurró ella, viéndolo a los ojos.
- No, sabes que no. – Peter bajó por su cuerpo y le subió el vestido.

- Pues lo que más se le acerca. – ella sonrió, mientras Peter, le besaba el torso, el cuello, la besaba, a toda ella.
Lali le quitó la americana.
- Te ves muy sexy con camisa. – dijo ella, dibujando una sonrisa en su rostro.
- Tú te ves sexy siempre.

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Hola holaaaaa

Cuantas firmas ayer ajajajajajaj

Amadeoski el feoski por ahora no hizo nada.. por ahora ;)

Me puse a llorar cuand leì que ella queria otra señora Lanzani si ella muriera L

Mmm hoy fue mi primer dia.. no fue tan terrible como imaginé.. fue bastante bien :D

Las dejo.. quizas en el proximo hay algo zarpado ajajajajaj

Las quiero :D @lovemeljkeyoudo