Capitulo 3

Capitulo 3 

Peter entró en la habitación. Frotándose la cabeza con fuerza, con una toalla, ya algo húmeda por su propio pelo. Solo llevaba puesto el pantalón del pijama. Y sin nada debajo. Creía que era mucho más cómodo. Se encontró con una imagen enternecedora. Alegra estaba tumbada encima de Lali, con un libro en las manos. La caperucita roja. Lo ojeaba, giraba las páginas con sus pequeñas manos, mientras que Lali, se había quedado dormida.
- Venga, Ale… - susurró Peter. – vamos a la cama.
 
La cogió con cuidado, para no despertar a Lalo y se la llevó hacia su cuarto.
- Papá, léeme… - le dijo alcanzándole el cuento.
- ¿No te lo leyó ya mamá?
- Sí, pero yo quiero que lo hagas tu ahora. – dijo sentándose en la cama.
- Pero luego te pones a dormir, ¿eh? Que ya es tarde.
Le sonrió, acariciándole el pelo y ella sonrió.
- Pero mamá siempre me hace una trenza antes de ir a dormir. Yo quiero una trenza, si no, no. – dijo mirando a Peter.
- Eh… bueno, intentaré hacértela yo. – sonrió, cogiendo el libro. – Vamos a ver… - aclaró su voz y empezó a leer.
- No, no lo haces bien. – dijo Alegra haciendo puchero.
- ¿Cómo que no? – Peter arqueó una ceja.

- Mamá pone voces.
Peter se quedó pensando. Ahora tenía que poner vocecitas a los personajes.
- Mamá, mamá, voy a casa de la abuelita. – dijo Peter poniendo una voz aguda. – Pero ten cuidado, mi hija, por aquí vive el lobo feroz… - Alegra se reía. Peter sonrió a su vez y siguió explicándole el cuento, que su pequeña escuchaba con atención. –
Abuelita, ¿y por qué tienes estos ojos tan grandes?
- Es el lobo, papá, no dejes que se coma a Caperucita. – dijo Alegra poniéndose las manos en la cabeza.
Peter se rió, y siguió contando el cuento.
- Ahora Peter va al rescate. – sonrió Alegra.
- ¿Peter?
 
- Si, mamá y yo le pusimos tu nombre al cazador. –  Alegra hizo una cara graciosa.
- ¿Por qué? – se extrañó Peter, divertido.
- Porque tú la protegiste a ella, como el cazador a Caperucita. – sonrió, coqueta y siguió mirando, distraída, los dibujos del cuento.

Peter negó con la cabeza. Lali, siempre Lali con sus cosas únicas y inimaginables. Pero ese simple hecho, hizo que recordara el principio de la historia de los dos. Lo mucho que había cambiado, gracias… o a causa de ella. Y todo lo que le había dado, todo lo que la amaba.
- Venga, Ale, para la cama.

 Alegra se rió y negó con la cabeza, bajando de la cama.
- Eh, ¿Dónde vas? – dijo Peter siguiéndola.
 
Alegra apareció con un cepillo y una goma rosa, con un osito en uno de sus laterales.
- La trenza… - sonrió ella dándole el cepillo. Peter suspiró y la cogió con un brazo de nuevo, llevándola hacia su cuarto.
Observó la habitación, espaciosa. Y cuando él y Lali la habían decorado, pensando en su pequeña. Las paredes, de un color lila claro que contrastaban con los cuadros que habían escogido juntos. Igual que la cama, con unas sabanas de Hello Kitty. Peter en su momento pensó que eran cursilerías, pero cambió de opinión, al ver… al ver como Lali lo escogía todo con pura ilusión. Era una mujer sorprendente, única, inmejorable. Suya.
- ¿Papá? – dijo Alegra, pasándole la mano por una de sus mejillas.
- Eh, si… es que estaba…
- Ya, pensando en tus cosas. – se rió la pequeña.
- Por tener cuatro años, sabes demasiado, ñaja. – Peter la solía llamar así, para molestarla. Ya que era la abreviatura de pequeñaja y a Alegra no le gustaban ni una cosa ni otra. Su hija le enseñó la lengua.

Peter se rió y la acostó en la cama. De espaldas a él. Se sentó, encima de su pierna doblada, buscando una postura cómodo y dejó la goma del pelo a un lado. Cepilló la melena de Alegra.
- Ya tienes el pelo muy largo. – sonrió Peter, desenredando la melena, de un color chocolate oscuro, como el suyo, pero largo y ondulado, como el de Lali.
- Mamá también. – rió echándose para atrás y así quedando apoyada en la rodilla de Peter.
- Te pareces a ella… - sonrió y volvió a ponerla bien. – Va, que si no, no te hago la trenza ¿eh?
- Papá… - Alegra jugueteó con una de sus Barbies.
- ¿Cariño?
- ¿Por qué dices que me parezco a mamá?
- Porque eres igual de hermosa que ella.

Petrer terminó de entrelazar los mechones de pelo y colocó la goma, al final de la trenza.
- Venga, mi niña, a dormir. – dio una palmadita en su pequeño trasero, Alegra se rio y corrió a esconderse debajo de las sabanas. Luego asomó sus grandes y oscuros ojos verdes para ver a Peter.
Él se rió y le dio un beso en la frente.
- Buenas noches, mi amor.
- Buenas noches papá. – Dijo la pequena, poniéndose de lado. – Deja la puerta con una raya de luz. – sonrió.
- ¿Cómo?
- Mamá sabe. – dijo inclinándose de nuevo. – con una raya de luz. – Peter entendió, quería decir que la dejara entreabierta. Aún así, le parecía hermoso, todo lo que Peter estaba aprendiendo… por su madre

Peter se tumbó detrás de Lali.
- Aquí está el cazador… - susurró él, dándole pequeños besitos en el brazo. Y subiendo su mano para acariciar la cintura de su amada.
Lali sonrió.
- ¿Cazador? – preguntó aún medio dormida. Cuando se dio cuenta de que Alegra no estaba a su lado, preguntó: - ¿Y Alegra? – se giró de cara a Peter.
- La puse yo a dormir. No sé como haces esto todos los días.
- Costumbre, supongo. Además, es divertido. – sonrió, acariciando el pecho de Peter.

- Claro, si le pones mi nombre a un personaje del cuento… - dijo haciendo una mueca divertida.
Lali se rió.
- Se me escapó una vez que ese cazador me recordaba a ti. Des de entonces, Alegra lo llama Peter. – sonrió. - ¿te molesta?
- Mmh… para nada. – dijo él besando su cuello. – pero ahora el cazador no vino a proteger a Caperucita… - susurró.

Los pezones de Lali se pusieron erectos. La fina seda color perla del camisón, quedó endurecida, a causa de lo que había debajo, rozando la piel desnuda del pecho de Peter.
- ¿Y a que vino? – preguntó ella, sin ser consecuente de que sus caderas ya se habían arqueado un par de veces, por culpa de los besos de Peter.

- A hacerle el amor… - contestó él mirándola, dejando que sus manos viajaran por el mar de curvas de ella. La poca y tenue luz de la lámpara transformaba el ambiente. Lali sonrió y besó sus labios. Peter metió sus manos por debajo de su camisón acarició uno de sus pechos. – A hacerle el amor… como solo ellos dos lo saben hacer.

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Ehmm Holaaaaaaaaaaa..
Dios cuando el capitulo termina asi me da una gran verguenza!! me quiero matar ajajajajajaja :'D
Perdon por no subir ayer es que no tenia la conexion a Internet -.- un dia de estos mato todos!
Bue bue vieron Lali esta en toda en la nove, con Peter y con Alegra.. :D
Y Peter padre? MAS TIIIIEEEERRRNOOOOO :3 :3

Besitos @CateLanzani