sábado, 16 de marzo de 2013

Capitulo 33 y 34

Chicas subo solo este por hoy.. por que estoy tratando de en vez de hacer primera y segunda temporada, hago toda una, ya que la segunda temporada es MUY corta!! y no tengo ningun capitulo adaptado.. si me dicen un dia de la proxima semana que no sea: miercoles, viernes y sabado, hago maraton!  Buen Fin de semana para todas! :)
Besos @CateLanzani ;)

Capítulo 33

Mis manos treparon por su pecho hasta llegar a su nuca y donde quedaron estáticas, realmente me había sorprendido. Sus manos al contrario impartían poderosas caricias tanto como en mi cuello como en la parte baja de mi espalda. Sus labios se mesclaban con los míos compartiéndome el exquisito sabor del chocolate que anteriormente había probado, pero sin duda alguna esto era mejor que el que había sacado de la comisura de sus labio. Era tan intensa su manera de besar, me robaba por completo el aliento, tanto que mi pecho se expandía y contraía rápidamente tratando de recuperar entre besos el oxígeno perdido.
Su lengua se introdujo de abrupto en mi cavidad, cosa que sinceramente me fascinaban. Su carnoso y dulce miembro rosándose con el mío era una sensación tan placentera.
Me estrujaba entre sus brazos ¡Dios! Quería gritar para liberar todo el éxtasis que comenzaba a acumularse en mí. Finalmente reaccione, ¡me estaba besando! ¡Me había detenido para besarme!
—Eres tan necia— susurro entre besos mientras bajaba por mi mejilla con dirección a mi cuello.
—Y tu tan testarudo…— eche mi cabeza hacia atrás dándole un mejor acceso a sus besos y leves mordidas. — ¿Por qué no admites que te encanto?— enderece mi cabeza y este regreso a mis labios.
Avanzaba lentamente por ende yo retrocedía hasta que llego un punto en el que no había escape. Estaba aprisionada por su cuerpo y la barra. Sus manos vagaban por todo mi cuerpo, por mi espalda, cintura, cadera, glúteos.
Ni la más mínima brisa de aire pasaba entre nosotros —Admítelo Peter — dije en un suspiro ya que había regresado a mi cuello
—Me encantas…— su mano comenzó a entrar por debajo de mi vestido —…Para una noche— mi temperatura interna de cuarenta grados prácticamente bajo hasta menos diez, era un imbécil.
—Eres un idiota Lanzani— lo empuje fuertemente y el solo me miraba divertido
—Idiota no— sonrió —Sincero sí.
—Por favor, lo menos que tienes es sinceridad— rodé mis ojos antes de sacarle la vuelta para salir de la cocina
— ¿Hace unos segundos te morías por besarme y ahora soy un idiota? — caminaba tras de mí.
—Sí, un idiota con todas las letras— afirme tomando mi bolsa que estaba en uno de los sillones de la sala —Tienes que arruinarlo con tu actitud de ‘Ohsoyelmasmaloyrudodeluniverso’— dije molesta
—Y tú siempre tienes que arruinarlo con ‘SoylamashermosadelmundoAmameomuerete’— dijo sujetándome del brazo obligándome a voltearlo a ver.
—Por favor — dije irónica — ¿Cuándo te he dicho eso?— reprimía todas mis ganas de gritarle, Solo por Mili y Bauti no lo hacía.
— ¡Todo el tiempo!— alargo levantando sus manos —Solo estás pensando en ti, solo piensas en lo que te beneficia a ti, solo piensas en que estúpido vestido rosa usaras mañana. — Su mirada se clavaba en la mía —No solo por ser ‘Linda’ puedes conseguir todo lo que se te antoja. — estaba ahora igual o más exaltado que yo.
— ¡Cállate Peter!— le dije roja del coraje —Tú no sabes absolutamente nada de mí y mucho menos sobre que pienso a sí que…
—Oh claro que si se— afirmo con una amarga y fría carcajada —Así como tu afirmas saber mucho sobre el ‘Verdadero Peter’— hiso comillas con sus dedos —Yo también puedo saber mucho de una persona con tan solo verla— me soltó el brazo bruscamente antes de darse la media vuelta
—A ver quiero escucharte…— le rete —Quiero escuchar que es lo que crees saber de mi…
—Sé que…
— ¡ Pitti ! ¡Llegaste!— la pequeña Mili llego interrumpiendo nuestra ‘pequeña’ discusión. —Lali nos ayudó a hacer un pastel— dijo con emoción — ¿Quieres verlo?— pregunto mientras esta era elevada en los brazos de su hermano.
—No solo quiero verlo— le contesto serio mientras caminaba hacia la cocina.
Sin siquiera decir nada me di la media vuelta y camine hacia la puerta.

*Cuenta Peter

Se escuchó cerrarse la puerta principal. Se había ido.
— ¿Que le paso al pastel?— pregunto Mili formando una ‘o’ con sus labios
—T-Tenía hambre preciosa— confesé
— ¡Pitti !— alargo riendo — ¡Lali!— grito volteando hacia la entrada de la cocina esperando que cruzara la puerta —Lali, Peter se ha comido el pastel— se retorció en mis brazos para lograr que la bajara y así lo hice salió de la cocina y aproveche para tomar un trozo más. — ¿Por qué se fue?— pregunto con tristeza entrando nuevamente a la cocina —Ella dijo que se quedaría a cenar con nosotros— se subió a uno de los bancos, cruzo sus brazos y se recargo en la barra. ¿Tanto le agradaba?
—Hola Peter…— saludo Bauti entrando a la cocina. —Hey ¿Y Lali?— ¿Pero qué?

*Cuenta Lali

— ¿Dónde estuviste todo el día?— ¿desde cuándo le interesaba?
—No creo que te interese y hoy no tengo ganas de ser ignorada al momento que comienzo a hablar— dije cortantemente sin detener mi caminar hacia las escaleras
—Mariana ven ahora mismo— ordeno y sin duda alguna hice caso omiso. — ¿Que no tienes celular? ¿Qué no puedes dedicar tres minutos de tu tiempo para avisarme dónde estarás? Estuve preocupada— mentira. Seguramente recién se había dado cuenta de que no había estado en todo el día en la casa.
—Si tengo celular, pero si el tuyo no estuviera ocupado todo el día, si en tu oficina te pasaran mis llamadas y si aquí tuvieras el tiempo para responderlo… lo haría— me detuve solo para aclarar las cosas —Y no me digas que estuviste preocupada… si en realidad lo estuvieras, no llevarías ese vestido de fiesta.
—Tengo una importante cena…
—No pierdas tu tiempo explicándome, me da lo mismo— cualquiera pensaría que soy la peor, pero a ella no le interesa en lo más mínimo. Ya había dicho antes, lo que daría por que alguna vez me regañara o castigara. Pero ni para eso me dedica un poco de atención.


 Capítulo 34

Estaba más que molesta, primero Peter no tenía derecho a hablarme así, sé que yo lo había molestado demasiado, pero nunca llegue a faltarle el respeto. Esa había sido la paga por pasar mi tarde cuidando a sus hermanos. Era un malagradecido.
Y en segunda, Mi madre que solo para que no la carcoma el remordimiento, una vez al año finge que le intereso, y esta vez no pudo ser más inoportuna.

Sábado en la tarde. Mi madre había intentado arreglar las cosas conmigo. Pero cada vez que trataba de hablar era interrumpida por su estúpido celular. Así que una vez más me puse de pie y subí a mi habitación dejando las cosas aun peor, Claro si es posible que nuestra relación madre-hija empeore.

Domingo en la Noche. Estaba prácticamente tirada en mi cama, tal y como me la había pasado todo el fin de semana. No tenía ganas de nada. Era más el enojo que traía por dentro que las ganas de salir siquiera por un vaso con agua.
Extrañaba a Pablo… él era quien me hacía olvidar todos los problemas con mi ‘familia’ y qué decir de Gas el no solo me ayudaba a distraerme, también me escuchaba y trataba de ayudarme con todo lo que pudiera. Pero ahora él estaba con Rochi… y Pablo con Mary. Lo que da como resultado: Mariana más sola que una escuela en domingo.

—Mierda— hable yo sola al despertarme y llevarme la para nada grata sorpresa de que a mi despertador no le habían dado ganas de despertarme. Ahora seguramente no llegaría a tiempo para la primera clase. Hoy no tenía la mínima intención de arreglarme.
Abrí mi casillero, saque un par de libros de mi bolsa para intercambiarlos por otro par que estaban en las repisas ya me había perdido la primer clase así que no los necesitaría más.

— ¿Que tratas de demostrar?— una voz masculina me sorprendió, ya que según yo los pasillos estaban vacíos. Lo ignore olímpicamente y de un golpe cerré la puerta verde del casillero. — ¿Es por lo que te dije ayer sobre tus ‘estúpidos vestidos rosas’?— pregunto burlonamente pero a mí no me causaba ni la más mínima gracia.
—En primera…— suspire —No intento demostrar nada y mucho menos a ti— dije claramente
— ¿Y ahora por qué tan ruda conmigo?— se acercó a mi intentando ponerme nerviosa, sin duda alguna no sabía con quién estaba tratando, en segundos podía cambiar la situación.
—Eres un sínico Peter— dije con repulsión me corrí hacia un lado alejándome de él pero me sujeto por la cintura evitando mi escape.
—Eso no…
— ¿Eso no decía hace unos días?— lo interrumpí completando su frase.
—No— sonrió torcidamente
—Tienes razón. — Afirme —La verdad me avergüenzo de mi misma por haberte seguido tanto— ¿lo ven? En segundos cambie la situación, ahora el vendría corriendo a mis brazos.
—Pues…
—Ya Peter — nuevamente lo interrumpí —Lo menos que quiero hoy es discutir, di lo que quieras no me interesa ya. — dije con fastidio, era la pura verdad. —Solo déjame en paz. — use las mismas palabras que él había usado conmigo.
Me di la media vuelta pero antes de que pudiera dar un paso, me sujeto fuertemente del brazo -Se le estaba haciendo costumbre estirarme de esa manera- me apego a su cuerpo y su mirada se clavó en la mía.
— ¿Quieres que yo te deje en paz?— rio pesadamente — ¿Cómo? ¿Así como tú me ‘dejas en paz’?— rodé mis ojos
—Si Peter si…— arrastre mis palabras con un toque de ironía y sarcasmo, más que nada para tratar de terminar con esto. Una mano se posó en mi mejilla y en cuestión de segundos sus labios chocaron con los míos.
— ¡Que te sucede!— le reclame empujándolo, me miraba atónito. Seguramente el aseguraba que le respondería de una mejor manera. Acomode mi bolsa en mi hombro para alejarme de él lo más pronto posible.
Había decidido renunciar a la apuesta, pero después de esto… merecía venganza. Peter me las pagaría todas.

Con rápidos pasos salí del edificio, caminaba entre los jardines del campus hasta que me di cuenta de que ya me había alejado lo suficiente. Me detuve frente un enorme árbol, lance mi bolsa en el césped para después dejarme caer a un lado de esta. Doble mis rodillas apegando mis piernas a mi cuerpo, abrace estas y oculte mi rostro entre mis brazos.
—Escucha…
— ¡maldición Peter!— alargue molesta. ¡Cómo me había encontrado! — ¡Ya! Tú me quieres lejos de ti y ahora yo también te quiero lejos de mí, todos felices ¿Recuerdas? ‘¿Por qué no nos haces felices a los tres?’— enuncie las palabras que me había dicho días atrás cuando pidió que siguiera a otro chico del colegio.
— ¡Escúchame!— dijo exaltado. Levante mi mirada y lo vi sentarse a un lado de mi recargándose en el enorme tronco del frondoso árbol. — Y-Yo lo siento. —

18 comentarios:

  1. mas novela seguila soy fiel lectoraa por favor suve una mas hoyPORFvor

    ResponderBorrar
  2. massssssssssssss me encanta

    ResponderBorrar
  3. Esta Novela Me Ha Ayudado Mucho Ya Que Mi Vida Es Muy Similar A Esta Novela........ ME ENCA SUVI OTRO Y COMO EN EL OTRO CAPITULO UNA CHICA EN UN COMENTARIO... DICE HACE maratondefindesemana

    ResponderBorrar
  4. jajajaja, maaaaaaaas, me encanta♥

    ResponderBorrar
  5. Me copa mal! esta nove!
    Mas me encanta

    ResponderBorrar
  6. Pero entonces no vás a poner lá segunda temp?
    No entendi :/

    ResponderBorrar
  7. Me encanto haha geniales los caps quiero masssss

    ResponderBorrar
  8. massssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss

    ResponderBorrar
  9. ayy por favoooor!! masss yaaa mueroo de ansiedad!!
    maasss

    ResponderBorrar
  10. muero acaaa..... cuando quiere petter es tiernooooo.. amo tu novelaa siii hace maraton este luneeeeeeees porfaaa o mañana

    ResponderBorrar
  11. me cambian los papeles cada dos por tres jajajaja ahora el la busca! ojala le dijera lo de la apuesta porque se que no le va a gustar mucho que digamos... :| awwwww le pidio perdon! @LuciaVega14

    ResponderBorrar