Capitulo 7

 

Capitulo 7 

Ella se giró, para facilitar la faena a Peter. Él la observó, des de su altura. Lali tenía la boca entreabierta, cruzaron miradas.
- Si…sigue… - consiguió articular.
- Ahora me tendría que ir yo… - dijo Peter, besando su pubis totalmente rasurado.
Como amaba ese cuerpo…
- ¡no! – gimió Lali, cogiendo a Peter por la espalda por si acaso.

- Tranquila. – sonrió Peter. – Necesito esto más que tu. – y volvió a hundirse en su sexo.
Lali jadeó.
- No lo creo… - musitó entre gemidos. Peter paseó su lengua a lo largo de su rajita húmeda. Lali enredó sus dedos entre sus cabellos.

Arqueó las caderas. Peter abrió la boca para aceptarlo todo, mientras la bombeaba con la lengua sin cesar. Mordisqueó uno de los labios genitales. Lali se mordió los suyos, de la boca. Como le gustaba… Peter hundió el dedo pulgar en ella, aprovechándose de su grosor. Lali volvió a arquearse.

- Dios, si. – cerró los ojos disfrutando de las sensaciones. Peter gimió. Ella se inclinó y lo miró interrogativa. Los seductivos y pequeños ojos de él se alzaron hacia los de ella. Sonrió y se separó un poco. Lali extrañó ese delicioso conto. Peter metió el dedo índice y corazón, reemplazando el pulgar.

- Mierda, como me gusta esto… - se quejó Peter volviendo la vista hacia el coño de Lali, húmedo y brillante. – Como me gusta tu sabor… - volvió a pasar la lengua, tan intensamente que a Lali le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo.
- Oh… - gimoteó, sonriendo. – te…
- ¿Me? – murmuró Peter, ahora sin quitar los ojos de su faena.
- Te…¡Ah!…amo.
Peter la mordió. Ella gritó suave. Dolor que pronto fue substituido por un orgasmo descomunal. Arqueó la espalda, levantó las caderas, ni el mismo Peter sabía que ella era tan flexible, aun que no paró de comérsela, llevándola al límite de buen gusto, sorbiéndola hasta vaciar el pote de su propia miel

 La respiración de Peter era entrecortada. Yacía quieta, con los ojos cerrados, intentando descansar. Sintió los besos húmedos de Peter, como empezaban a subir por su cuerpo.
- Mmh… bonita… - murmuró como un niño, contra su barriga. – hermosa, preciosa, mi princesa… - acarició la curva que unía la cadera con el culo. - ¿todo bien?
- Per..fecto. – dijo Lali sonriendo, y abriendo los ojos de nuevo. – Pero… uf… que bien. – Peter llegó a su altura y besó la punta de la nariz.
- Tu néctar es mi bebida favorita. – sonrió y le acarició la mejilla.
Lali abajó los ojos y sus manos resvalaron por los cuadrados de las maravillas del cuerpo de Peter, buscando… algo.
- ¿Qué no encuentras?- se rió Peter, besando su frente. Sintió como Lali le bajaba los bóxers.
- Joder… - exclamó ella en ver la erección.
- Mmhh… ¿no te gusta?
- Me encanta. – sonrió ella, y alzó la vista hacia los ojos de Peter. – está enorme…
- Tócala…
Lali hizo caso a Peter y acarició su polla. Palpitaba.
- Estoy caliente… - murmuró él, mordiendo el cuello de Lali. – Más que nunca… - ahora subió hasta la oreja y lamió su lóbulo - quiero follarte bien duro…

 Lali  gimió al sentir como Peter se metía de golpe en su cuerpo.
Madre mía, que sensación. Arqueó la espalda, y su vientre rozó el duro abdomen de Peter – aun que en ese momento todo lo que tenía en su cuerpo estaba duro. –

- ¿Lo sientes? – dijo Peter moviéndose encima suyo.
- Si… - jadeó Lali. Peter observó su cara de placer.
- Te amo. – murmuró, besando su boca. La embistió fuerte. – Ah… dios…
- Estás muy… duro… - gimoteó ella.
- Por tu culpa.
- Peter… - Lali clavó sus uñas a la francesa en la espalda de Peter.
- Dime mi amor… - Peter siguió moviendo sus caderas, adelante, atrás… era un vaivén erótico que hipnotizaría hasta a la más santa.
- Más… - jadeó, rodeando la cintura de Peter con sus piernas, y apretándolo más contra ella – Más, quiero más.
- Entonces te daré más…
Peter salió de ella. Lali se quejó.

- Te dije más, no que pararas… - hizo puchero – O aún peor, que salieras. – Se levantó. - ¿Se puede saber que haces ahí? – Dijo viendo a Peter, tan gracioso, de pie, en frente a ella y la cama. Y excitado.
Lali fijó sus ojos en la enorme verga mojada por sus jugos.
- Quieres dejar de quejarte y venir aquí. – dijo Peter palmeando delante suyo. – Así me es más fácil embestirte más deprisa.
Sonrió. Lali se movió hasta donde le indicó él. Peter la besó en la boca. Lali acarició su erección. Lo apartó unos momentos y se inclinó hacia adelante.

- No… - dijo Peter apartándola. – Si me la chupas ahora, terminaré ya.
- ¿No quieres?
- Quiero que te corras tres veces más antes que yo.
- Será difícil. – Sonrió Lali , y volvió a tumbarse, aguantándose por el antebrazo.
- Eso lo dirás tu… - Peter se acarició la polla, acercándose a su entrada. - ¿A caso no lo deseas tanto? – volvió a meterse en su cuerpo.
- Si… - Lali acarició su pecho.

Peter le cogió los muslos. La sacó casi entera y la volvió a embestir con fuerza, hasta el fondo. Sintió como Lali se contraía, lo apretaba, se ajustaba tanto a su total longitud. Gimió. La volvió a dar, fuerte.
Ella se lo agradeció con otro par de espasmos. Y más y más y más. Y Lali se corría. Y quizás no aguantaría dos más, pero este si que lo disfrutaría. Y la adoraba, a toda ella. Pero ahora mismo, se deleitaba por una cosa en concreto. Lali, semi aturdida, con el pelo empegado al cuerpo, bañado en sudor, igual que el cuerpo de Peter, respiraba dificultosamente. Peter salió de ella. Un gracioso ‘plop’ se escuchó en el silencio de la habitación. Él mismo la giró sobre ella, la puso boca abajo. Frotó su pene en su totalidad contra una de las nalgas. Lali agarró las sabanas, aun estremeciéndose por el fuerte orgasmo.

 - ¿Qué… haces? – murmuró ella, suave, bajito. Peter estaba colapsado por la lujuria, por todas las sensaciones que le hacía vivir Lali .
- Quiero terminar en… - Peter suspiró, pasó sus dedos entre su pelo.
– en tu culo…

Le sonrió, tiernamente, acariciando una de sus nalgas.
- Pitt… - susurró Lali. –  Peter...
- Dime… - él movió un poco las caderas, frotando más, sin perder el control.
- Soy… dios, que vergüenza.
- Dime… - murmuró Peter.
- Nunca me han…

- Lo sé. – se inclinó para besarla. - ¿Por qué crees que nunca te he penetrado por atrás? Se cuando una mujer… bueno, eso… - mordió su hombro – si me dejas… tendré cuidado…
- Siempre lo tienes. – sonrió y le acarició la mejilla. – Lo tuviste por adelante, supongo que por atrás también lo tendrás.
- Obvio, eres tú.
- Entonces… nada más que hablar…
Lali apoyó su cabeza en el colchón y cerró los ojos. Se puso a cuatro patas, levantando la parte trasera. Peter se retiró para observarla.
- Dios… no sabes lo caliente que me pones…
- ¿Aun más? – sonrió Lali.
- Eres demasiado. – Peter le devolvió la sonrisa y cogió algo de la mesita de noche. Lali lo sintió frio en su entrada. De repente, algo en su recto. Se tensó. – No, nena, tranquila, soy yo, sigo siendo yo, relájate… solo es un poco de lubricante…

 Lali intentó volver a relajarse.
- Dios, si por adelante ya eres deliciosamente estrecha, no quiero saber cómo serás por aquí… - dilató un poco más esa entrada y retiró los dedos. Lali sintió el glande de Peter presionando en su trasero. –
Acéptalo cariño…
Lali intentó relajarse aún más, pero el corazón le latió rápido.
  Peter era un experto en el sexo, ella, aún llevar meses junto a él, una novata. Y le daba miedo, le daba miedo que se cansara. Un dolor la quitó de sus pensamientos. Un dolor, acompañado de un suspiro de él.
- Pitt, no creo que pueda… con toda…
- Shh… - él la acarició, se inclinó hacia adelante. – Ya… ya está toda.
Lali entreabrió la boca. Llevó su mano hacia detrás para comprobarlo. Dios, había aceptado toda la polla de Peter en su culo. Él rió.
- Esto es demasiado bueno. – Se movió lentamente para no hacerle daño. Parecia que las nalgas de Lali lo quisieran aprisionar más. – Oh… dios… no aguanto… ¡Ah! Ah… - Ella sintió como las descargas de Peter sobresalían de su cuerpo, bombeándola con fuerza.

*

Peter trajo los platos con un par de huevos fritos, bacon y jamón.
- Aquí está… un desayuno – comida a las dos del medio día… al total estilo americano.
Lali sonrió y posó su mano en su barriga.
- Tengo hambre.
- Y no me extraña, después de lo salvaje que estabas ahí dentro. – señaló la habitación de invitados.

- ¿Perdona? ¿Quién es el que no oye nada cuando está centrado en lo que hace?
- Claro, no oigo nada y por eso lo hago bien.
- Si, ya claro…
Peter se quedó sorprendido.
- Ahora me dirás que no te gustó, con lo que disfrutas conmigo…
- Serás creído. – dijo Lali tirándole un trozo de bacon.
- No me tires comida, que terminamos mal…
- Y nos acabamos de duchar. – terminó Lali.
- Eso mismo. – él sonrió, se acercó a ella y la besó. La observó con su camisa por encima. – Eres preciosa. Sobre todo cuando estas teniendo un orgasmo…
Lali se escondió en su cuello.
- Deseo ser el único que pueda verte así, en todo tu esplendor.
- Lo serás… ahora mismo solo quiero que tú seas el primero… y el último.
Peter le besó la cabeza, besitos grandes, pequeños, seguidos, sonoros, sin ruido.

- He estado pensando…
- ¿Tu? ¿Pensar? – se burló Lali. Y él pareció molestarse. – Es broma… ya se que tengo un novio muy listo. – acarició su abdomen, desnudo. - ¿Y… que has estado pensando?
- Que como llega Navidad… te llevo de vacaciones. - Lali lo miró. – No es una pregunta. Ya tengo los tickets de vuelo comprados.

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Chicas este cap no es zarpadoooo nahhh *ironia*   uhh dios no saben lo que me da verguenza ahoraaaa!! 
Listo Chauuu @CateLanzani