miércoles, 15 de mayo de 2013

Capitulo 9




Capitulo 9

Pero Lali recordó una cosa. 

- Aun que no estaré para estas fiestas, me voy dentro de tres días. – aclaró. – Belen, si para entonces tu ya estás en mi casa, confío en que no harás ningúna travesura. – le guiñó el ojo.
- Oh, claro que no. – rió Belen. – Si, la verdad, es que si me das esta oportunidad, no voy a desperdiciarla, así que aprovecharé y trasladaré unas pocas cosas mañana mismo. Y menos voy a decepcionarte… No te merecerías eso, en serio, no se que haría.
Gracias por ser tan buena conmigo, Lali. Yo intentaré serlo… y no, no haré ninguna travesura. – las dos rieron. - ¿Y dónde te vas?

- Peter… quiere que vayamos a Polonia, de vacaciones de Navidad.
- Qué bonito. – sonrió Belen, aun que sus ojos verdes se encendieron.
  Lali no pudo distinguir muy bien lo que veía allí adentro, en ese color de prado fresco. Pero dedujo… que algo de envidia se escondían tras ellos. Eso la hizo vacilar.
¿Envidia? ¿Le daba envidia que estuviera con Peter? Lali dejó correr esa oportunidad, y decidió optar por otra… que se alegraba por ella. – Cierto, Peter siempre ha sido detallista. – rió – pero solo cuando quiere, para cuando yo lo conocí era un hombre muy frio, parecía hecho de hierro.

- Yo pensé lo mismo. De veras, parecía una persona nula, sin sentimientos.
- Así que a ti y a mí ha sido a las únicas mujeres que les ha abierto el corazón de lado a lado. – dijo con una sonrisa sarcástica. lali pensó que era cierto. Y le dio algo de rábia que no hubiera sido ella, la única. – pero está bien, espero que aprobecheis las vacaciones. – le devolvió el guiño de ojo y sonrió. - ¿Vamos? Invito yo.

Lali asintió y siguió a Belen hasta la salida. No pudo evitar mirar las esbeltas piernas a las que se aferraba la ropa. Finas, femeninas y bien, muy bien figuradas, terminando en unos pies completamente de mujer, y esos zapatos que la hacían aun más atractiva. Un culo respingón y bien puesto, y la melena, ahora ya no azabache, si no que de un color caoba precioso, caía por la parte trasera, encima de la chaqueta. Estaba segura que cualquier hombre querría acostarse con ella. Incluso Peter.


 Lali llegó a casa.
- Hola. – dijo, haciendo que sonara un eco en la casa. Nadie contestó.
  Peter aun no habría llegado. Fantástico, tendría un tiempito para relajarse, ella sola.
Dejo el maletín lleno de papeles de la clínica y la chaqueta en el colgador de la entrada. Se fue hacia la cocina y cogió una cerveza. La abrió y dio un trago largo, dejando que el brebaje bajara a toda velocidad, impregnando su garganta de ese sabor agridulce. La volvió a dejar en la encimera. Se sintió mareada. ¿Por qué mierda le había hecho este favor a Belen? ¡Que se buscara un hotel! ¿Pero en su casa? En fin…

Lali  se volvió a repetir las palabras de que ella estaría por la casa, y que Peter y ella estaban enamorados, y que nada podía volver a surgir entre él y Belen. Aun que tenía miedo. Ella era una amenaza. O no del todo eso, si no… ¿Cómo lo diría? Sabía que tenía buen tipo, buena cara, demasiado. Era… ¿Cómo una competencia?
Dios, no sabía que pensar.

Se metió al cuarto de baño y se desnudó, encendiendo la sauna junto con la ducha.
Pronto un vapor caliente empañó el cristal. Encendió la estufa de la bañera y se dispuso a entrar. Se relajó, dejando que los largos chorros de agua la mojaran y le recorrieran el cuerpo. Aun que seguía estando tensa. De veras, esas vacaciones que había preparado Peter le vendrían de maravilla. Cielos… él era tan… atento. Quería que la pasaran bien juntos, y para nada era aburrido. Era… perfecto.

De repente, algo que la rodeó por detrás. Ella gimió al sentir la suave caricia.
- Mmh… hola. – dijo, apoyando su cabeza en el torso de Peter.
- Hola nena… - él se inclinó para besarla - ¿pensabas darte una sauna sin mi? – se quejó.
- No estabas.
- Tuve que quedarme en la oficina de Vazquez, no sé qué quería decirme.
- ¿Y que fue lo que quería decirte?
- Ni idea, me fui. No me gusta esperar. – se inclinó más para besar el cuello de Lali. – además, mira lo que me estaba a punto de perder…
Posó su mano en la barriga de ella y la empujó hacia atrás, para estar mas unidos. Para que ella sintiera su erección.
- Mmh… Pitt...
Sintió como la abrazaba por detrás, mientras proseguía con sus tiernos besos.
- Estás tensa, mi vida… - susurró, apartando su húmedo pelo a un lado. – Vamos a ver si puedo hacer algo para desestresarte


 Cogió la alcachofa de la ducha y cambió el tipo de chorro de agua para que se hiciera uno solo, más grueso y potente. La posición de ellos dos no variaba, seguía siendo su espalda contra el pecho de él. Peter apoyó su mentón en la cabeza de Lali para observar su reacción al pasar ese chorro de agua por su piel. Ella tuvo un escalofrío cuando llegó a sus sensibles pezones.
- ¿Te gusta? – dijo Peter.

Ella asintió. Alzó la cabeza para mirarlo.
- Bésame. – le pidió.
Peter se incorporó para besar sus labios. Ella lo sintió, su tierna boca, como se movía junto con la suya, como su lengua la recorría, y hacia que doblara los dedos de los pies. Gimió contra su boca. Peter se separó para coger aire, igual que ella. Ahora se dio la vuelta y lo miró.
- Tus besos son perfectos. – dijo Lali, mirando su boca, ahora con los labios hinchados.
- Sigo preguntándome porque no te encontré antes… - rodeó su espalda y la juntó más hacia su cuerpo. – Llevo ya un año contigo, pero debí haberte conocido en otra vida… - besó su frente – eres todo lo que me faltaba.

Ella apoyó su cabeza en su pecho. Sus ojos cristalinos, emocionados, se camuflaban entre las gotas de agua que volvían a caer des de arriba por qué Peter había vuelto a dejar la alcachofa tal y como estaba.
- Te amo. – murmuró ella. Y le plantó un besito en el pectoral superior.
- Yo más. – dijo él apretando el abrazo. - ¿Estás llorando?

Lali escondió su cara en el cuerpo de Peter. Pero él tenía más fuerza, mucha más y se apartó un poco para mirarla. Lali abajó la mirada, avergonzada. Peter volvió a besar sus labios, enternecidos. Era indiscutible, él sabía cuando reía, cuando lloraba, cuando le mentía. La conocía más que a él mismo. Pero surgió una duda.
- ¿Por qué? – murmuró, a un milímetro de sus labios.

Lali le contestó con otra pregunta.
- ¿Eres feliz? – se escapó de su boca.
  Peter sonrió.
- Más que nunca.
Dios, en su vida había conocido un hombre más tierno que él. A cualquiera esto le parecerían cursilerías, pero él la aguantaba.
- ¿Por qué me preguntas esto, La? – dijo dándole pequeños besitos, en la sien, en la mejilla húmeda por todo. - ¿A caso lo dudas? Tú eres la que me ha hecho el hombre más feliz de este mundo.


El llanto de Lali aumentó. Empezó a sollozar. Peter empezó a preocuparse.
- Mi vida… - dijo suspirando, y abrazándola fuerte. - ¿No estarás sensible por que tienes la regla? – Peter abajó la mirada, separando sus piernas con uno de sus muslos. Observó. – No, definitivamente no será eso.
 

 Lali apretó sus manos contra su espalda.
- Abrázame, no me sueltes. – susurró.
Él sonrió de nuevo y ella sintió, como ahora la cubría con sus fuertes brazos, como la protegía.
- Pequeña… - musitó Peter – harás que llore yo también.
- Tú no lloras. – sonrió Lali.
- Te he hecho reír.
Ella sonrió más, intentando apartar las lagrimas, aun que se desvanecieron por si solas con la ducha que se estaban tomando.
- Dime que me amas. – dijo Lali haciendo puchero.
- Lo sabes y de sobras… - fue a besarla de nuevo – te amo, te amo, te amo muchísimo. Infinito, para ser exactos, de aquí a Plutón. -
Lali rió de nuevo, aun que era una mezcla entre lloro y risa. - ¿Me contarás por que estas así? – dijo Peter con una voz graciosa, un rintintín adorable, confortable.
- No sé… es que… dios, eres perfecto… lo que me dices, no te merezco.

- Soy yo quien no te merece. Sabes que soy un cínico, que he matado a muchas personas, que trabajo en algo peligroso y que me he recorrido medio mundo con mis misiones. Y no sé como tuve la oportunidad de conocerte a ti.
- El destino, quizás. No creo en las coincidencias.
- Yo tampoco. – Peter se la quedó mirando. Amaba sus ojos.
Cuando lloraba se le aclaraba la vista, se le tornaban de un color entre verde y dorado, preciosos, grandes. – tu si eres perfecta. – musitó. - Volim te, moj zivot.

- ¿Pitt? – se rió Lali. - ¿Qué dices?
- ¿No que nos vamos a Croacia? Algo de croata si que se… - murmuró – lo justo para decirte que te amo en diferentes idiomas. – acarició el lateral de su cara, poniendo su pelo mojado detrás de la oreja. – no quiero que tengas dudas sobre mí. Te amo, te amo a morir…
Y Lali volvió a estallar en lágrimas. Puede que no, puede que no tuviera la regla, pero esa era una señal de que… definitivamente le estaba por venir.
.


 Peter miró a Lali, como descansaba, medio dormida. Desnuda. En su cama. Paseó su dedo índice por el cuerpo curvilíneo. Se detuvo en diferentes sitios. Era imposible no excitarse viéndola así. Empezó el recorrido de nuevo. Empezó acariciándole el pelo, bajando por el cuello, por el hombro. Por el pecho. Rodeó uno de los oscuros pezones. Era bellísima. Siguió paseándolo por su plana tripa. Le entraron unas ganas inmensas de despertarla dándole besos allí, cerca del ombligo. Siguió paseando su dedo, en el paseo más erótico que podía experimentar. Por la curva que unía el pecho con la cadera. Deliciosa, como una montaña, definiendo su cuerpo de mujer. Ahora su dedo bajaba, y luego volvía a subir, por la anatomía de Lali. Su cadera, su muslo. Se detuvo allí, no llegaba más allá que de medio muslo. Así que se dispuso a subir de nuevo. Detuvo su dedo en su feminidad. Le entraron unas ganas terribles de comérsela. De que se despertara jadeando. Se movió y separó las piernas de Lali con cuidado. Se inclinó, deteniéndose en los rosados labios internos de Lali. Paseó su lengua, ahora, por allí. Un suspiro se escuchó más arriba.
Sonrió y metió más su lengua. Ella no estaba ni húmeda ni seca. Pero él haría que su coño empezara a mojarse. Para nada iba a comérsela seca…

- Mi vida… - murmuró divertido. – despierta, te quedaste dormida…
Chasqueó la lengua, dándole un golpecito a su clítoris. Sabía exactamente donde le gustaba, como y cuanto. ¿Experto en el sexo con mujeres? No. Experto en Lali. Ella abrió los ojos, arqueando las caderas en un envite. Peter abrió la boca para aceptar toda su vulva, mientras la repasaba con la lengua.
- Oh… - sintió que jadeaba ella más arriba. Y también sintió su mano, entrelazando sus dedos en su pelo. – Peter…

- ¿Si? – dijo él, separándose un poco. El aliento fresco chocó contra su ya húmedo sexo, haciendo que palpitara de la necesidad.
- Sigue… - le rogó, alzando las caderas. Peter vió como la mano de ella se deslizaba hacia su sexo. Y lo tocaba, abriéndolo para él.
- Mmh… tócate. – dijo separándose un poco más. – Me gusta lo que haces.
Lali estaba ya en una burbuja de éxtasis. Así que lo hizo. Metió su fino dedo dentro y se empezó a tocar. Peter jadeó ante la visión - Sigue nena, enséñame como te das placer. – un segundo dedo fue a parar adentro, en su vagina. – Así… me pones duro… muy duro… - murmuró Peter .

Él no evitó poner su mano encima de la de ella, y acompañarla con uno de sus dedos.
La sentía, sentía su mano, sentía la suya, las sentía juntas. Y ella debería sentirlo más. El dedo índice de Peter era más grueso más largo, mientras que los de ella eran mas finos, más pequeños.
- ¡Sí! – gimió, arqueando las caderas. - ¡Pitt! – jadeó.
Él miró la expresión de su cara. Estaba tan guapa cuando se iba a correr. Entonces sacó su mano, junto con la de Lali y ella hizo una mueca de desaprobación.


 - ¿Quieres algo mejor? – dijo meciendo su pene hacia su entrada.
Lali lo miró, ya convertida en la mujer salvaje, la que lo quería todo, todo lo que Peter le diera. El gruñó, al frotar todo lo largo de su po.lla contra el sexo húmedo, caliente de ella. - ¿Lo quieres?
- Si, si… - jadeó Lali desesperante. – Lo quiero, te quiero a ti.
Peter sonrió, envistiéndola de una santa vez. Ella gimió ante el contacto, lo grande, lo gruesa que la tenía, lo tanto que la llenaba.
- ¡Ahh…! –agarró el trasero de Peter y lo apretó contra ella. – Más. – pidió.
- Adoro cuando gritas… más si es mi nombre. – dijo Peter sin moverse, yaciendo quiero, aun que su pene palpitaba del deseo de follarla duro. – Solo te dare duro si lo gritas fuerte, alto, que te oigan los vecinos, que sepan que estas gozando con tu novio…

Ella se mordió el labio, asintiendo energéticamente. Peter la cogió de las piernas y se retiró de su interior, para volverse a meter en ella, de una manera potente. No hizo falta que Lali se propusiera gritar el nombre de él. Salía solo.
- Ah… ah… ¡Pitt! – jadeó a causa de cada dura y placentera envestida - ¡Sí! ¡PETER!
Peter había dejado de pensar. Captivado por sus gemidos, que lo invitaban a seguir. Su coño que no podía apretar más su rabo a cada envite. Apretó los dientes. ¿Cómo una mujer podía hacerle sentir todo eso? Era genial… Sintió como Lali se iba a correr. Adoraba sus orgasmos, dios, si… eso hacía que él se corriera de gusto también. Y terminaron por gritar los dos. Jadeante, se desplomó casi encima de Lali, intentando no chafarla. Aun que ella no sentía para nada dolor. Le complacía que la cubriera con su poderoso cuerpo. Aun que Peter estaba en el momento más lascivo en el que se podía encontrar. Solo Lali lo dejaba hecho polvo después de hacer el amor. De muñirlo hasta que derramara la última gota de su semen dentro de ella. Se repetía que ella había sido la primera mujer a la que había follado sin preservativo. Pero era mejor, carne con carne, sin barreras, sin nada. Precioso. Perfecto. La abrazó y plantó un beso, aun con sabor a ella, en sus labios.

- Magnifico… - murmuró Lali sonriente. - ¿Dónde comemos hoy? ¿En casa o salimos?
Peter se quedó pensativo, mientras intentaba recuperar su lado coherente.
- ¿Qué prefieres?
- Vámonos al italiano que hay en el centro. – dijo haciendo puchero. – Me apetece pasta. – se mordió el labio. – a no ser que tú me prepares… canelones… - dijo con una voz sensual, con doble sentido, que hizo que el pene de Peter volviera a cobrar vida.
- Vámonos al italiano… - dijo levantándose. – Y si te portas bien… - le dio una suave cachetada en el culo – ya veremos si esta noche te preparo canelones.


*

- ¿Ya saben que van a tomar? – dijo con un acento realmente italiano el joven camarero.
  Peter asintió, cerrando la carta.
- Tráiganos el mejor vino de la casa para acompañar en carne. – miró a Lali. – Yo quiero un Carpaccio di filetto. – A ella le fascinó ese intento italiano. Era hermoso. - Y mi esposa... – se detuvo, sonriéndole a Lali. – Quiere un Provolone.
- De acuerdo. Ahora les traigo el vino mientras se hace la comida. – se inclino como modo de salutación y desapareció adentrándose en la cocina.
- ¿Por qué? – preguntó Lali asombrada.

- ¿Por qué, que? – dijo Peter, haciéndose el tonto.
- ¿Por qué me llamaste lo de tu esposa?

- Supongo que queda un poco mal decir ‘mi amante’ ‘mi novia’. Lo que sea, además, tu y yo ya parecemos una verdadera pareja. – dijo acariciando su brazo.
- Eres demasiado.
- Te amo. – dijo Peter en una sonrisa.
- Y siempre me sorprendes cuando menos me lo espero. - Lali suspiró. – eres lo mejor que me ha pasado. – dijo mirándolo enamorada.
- Y tú a mí. – Peter le guiñó el ojo, coqueto. Lali no lo pudo encontrar más adorable. Quería apartar las copas, los cubiertos y besarlo allí mismo, voraz. Cuando algo culminó su mente.
- Tengo que contarte algo… - suspiró – más bien consultártelo.
- Lo que sea, ya sabes. – terminó entrelazando sus dedos con la mano de Lali. - ¿Te he dicho que te has puesto muy guapa?

Lali se había puesto un minivestido gris, su campera aviadora corta de cuero y de color negro y unas botas mosqueteras del mismo color.
- Tu también. – Peter iba con su chaqueta de cuero que le quedaba tan sexy… un jersey que se adornaba con dos botones al cuello, de color vino, y unos pantalones negros, terminando con unas bambas Adidas blancas. – tendré que ponerme a tu altura ¿no?
- Siempre lo estás. – entrecerró los ojos. Precioso, pensó Lali. – Al contrario, soy yo quien tiene que estar a la tuya.

- No seas tonto. – musitó ella.
- ¿Qué tenias que decirme? – dijo Peter, jugueteando con su pulgar en la palma fría de la mano de ella, mientras que los otros dedos seguían entrelazados. Se dio cuenta de que llevaba las uñas pintadas de un granate oscuro que aún afeminaba más sus delicadas manos.
- No te enfades, por favor. - ¿Pero por que se tenía que enfadar? Se preguntó por unos instantes. Oh, solo porque metes a su jodida ex novia en casa, durante Dios sabe cuánto tiempo. – Prométemelo. – le pidió.

- No te puedo prometer nada. – la cara de Lali se tensó al escuchar eso
– Pero te aseguro que enfadarme contigo sería difícil.
- No tanto.
Peter esbozó una sonrisa juguetona

  - Venga, ¿Tan grave es?
ali inclinó la cabeza.
- Contéstame tu. – inspiró y expiro. Sentía el suave roce tranquilizador de la mano de Peter en la suya. - ¿Dejarías… que tu ex novia se quedara por unos días en casa?
- ¿A cuál de mis ex novias te refieres? – dijo Peter alzando una ceja, gracioso. – Porque a la mayoría contestaría que no.
- A Belen. – dijo Lali mirando la expresión de la cara de Peter.
- Has ido a elegir la peor de todas. – Peter negó con la cabeza – No, definitivamente no la quiero en mi jodida casa.

- Pitt…
- No, La. ¿Querías consultármelo? La respuesta es: no. No sabes cómo es ella, es el diablo en persona.

- Ha cambiado. – dijo Lali.  Peter apartó su mano, dejó de acariciarla para cruzarse de brazos, imponente. – Esta mañana he estado hablando con ella. – le explicó – es una buena chica, ha cambiado. Tiene sus problemas y me lo pidió. Dice que soy la única persona en la que puede confiar.
- Es una grande mentirosa.
- Se me puso a llorar.
Peter se pasó la mano por el pelo, despeinándose, de una forma muy sexy.
- Solo te pido que la dejes quedar unos pocos días. No sé porque te pones tan negativo, entre tú y ella ya todo acabo ¿no es así?
- ¿Te recuerdo la escena de hace unos meses en tu clínica? Porque fue ella la que se me lanzó.
- Porque no sabía que tu y yo estábamos juntos. Ahora si lo sabe.
- Es una cerda.
- Peter, ella ya no está por ti, o eso parece. Y definitivamente, tu no sientes nada por ella. – lo miró fijamente. - ¿O si?
- Claro que no. – dijo él decidido. – Solo tengo ojos para una persona, y esa…
- Es la puta de PlayBoy. - Lali se había acostumbrado a llamarla así. Rió.
- No. – dijo Peter enfadado. - ¿Me lo vas a remarcar de por vida?

- Puede. - Lali negó. – sabes que no, mi niño… pero me hace gracia.
- Sí, pero en tu momento cogiste el cabreo del siglo. – suspiró. - ¿Dónde estaba? La muñequita de mis ojos eres tú. – dijo sonriéndole. – todo lo demás quedó atrás. Solo son recuerdos inútiles.
- Eso espero. – suspiró.
- ¿Confías en mí?
- Más que en nadie. – abajó la mirada. – por eso deberíamos dejar a Belen estar unos días en casa. Tengo la fe necesaria como para saber que no pasará nada.
Peter asintió.
- Entonces… que se quede. Pero solo unos días. – volvió a alborotarse el pelo, nervioso. – A la mínima, se irá a la puta calle. - Lali asintió, conforme.


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 Hola chicas!! no se donde encontrè el tiempo para subir!! asi soy rapidita!!
Zarpadito Peter ehh!! ajajjajaaj bueno hablemo de sexo.. ajajjaja
 Peter tiene razon cuando dice que en Belen no se puede confiar? Para mi si... 
NO SABEN LO QUE VA A HACER BELEN!!! O.O

Les queria pedir un poco de tiempo, un favorcito, si por favor me escriben alguna frase de Peter, Casi Angeles o  de alguna canciones de los Teens, que le guste, por que me tendria que hacer un tatuaje y no se que frase poner, si me la escriben, me dicen tambieen donde la leyoron o oyeron? Pliiiiissssss :D 

Besos @CateLanzani  







11 comentarios:

  1. ahhh si que estos dos están muertos el uno con el otro! ;) jajajj la escena de la ducha me pudo, Peter no puede ser tan tierno!!! y lali tan sensible... mmm será por algo??? otra cosa! Lali, lali, lali... por qué tan ingenua de dejar que Belen se meta en tu casa??? para mi deberías de hacerle caso a Peter! Ya veo que Belen hace de las suyas y de lo lindo!!! :/

    Me encanta, Cate!!! :D besos y espero más, más y más eh!

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  2. mas me encantaaaaaaaaaaaaa

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  3. Jajaja hablemos de sexo hahaja que CAP más hot haha zarpados buenísimo el CAP
    No deben confiar en Belén :/ no me gusta nada

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  4. Mas noveeeeeeeeeeeee
    Maldita belen la odio!

    La frase que mas me gusta es : Toda la vida te voy a esperar ! es como que sdfghjkkj

    @angiezavaleta

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  5. A mi me gusta endless love que creo que se lo tatuo Euge, just want to be happy no me acuerdo donde lo lei jajaja mmm... do all things with love y enjoy the little things las saque de unas imagenes don't look back in anger la cancion de oasis que le canta Thiago a Mar en CA 2 y las que me acuerso ahora son esta
    No quiero que belen se mude con ellos ni por unos dias muchas gracias por subir @LuciaVega14

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