Capitulo 21

 

 Chicas este es el ULTIMO CAPITULO, lo unì al otro por que era cortito, de la PRIMERA TEMPORADA de ''Protegeme'' 

Capitulo 21

Lali seguía en la casa de Peter, intentando distraerse con algo. Pero no podía.
Las horas le parecían años enteros, sin él no era lo mismo. Sin su mal genio de vez en cuando, o sus momentos picantes, sin sus sonrisas, ni sus miradas que tanto la excitaban. Sin sus abrazos… sin nada. La casa parecía vacía. Ni el televisor podía sacarla del aburrimiento y la preocupación. Hasta que pasaron las noticias… dentro de los tres días que Peter había prometido y más. Ya había pasado una semana, y nada.

- Se organizó una guerra en Rusia… - decía la joven reportera. Lali solo podía ver cadáveres y incendios –…había agentes y soldados de por en medio, prominentes sobre todo de Estados Unidos… – a Lali se le puso la piel de gallina, deseando que Peter estuviera bien. Siguió escuchando atenta - … treinta y dos muertos y siete heridos graves, otros tantos desaparecidos.
Los ojos de Peter se humedecieron. ¿Ninguno que no hubiera sufrido daños?
¿Alguno siquiera que solo fuera herido leve? Dios mío, rezaba que al menos, Peter fuera uno de esos siete. Llamaron a la puerta. Lali fue a abrir a toda prisa.

- ¡Nico! – lo abrazó con todas sus fuerzas. Él sonrió amargamente.
- Cuidado, nena… - ella se apartó. Observó que estaba algo mal herido y sobre todo, lleno de polvo.

- Perdóname… - sonrió, buscando algo de esperanza en los ojos del compañero de Peter. Pero no vio nada. Solo un destello. ¿Es que acaso ese rudo hombre estaba a punto de llorar? La chispa de esperanza que le quedaba a Lali se esfumó. Los ojos se le inundaron de lágrimas, sintió una gran opresión en el pecho, el aire le faltó.
La garganta le ardía, tenía un nudo en el estómago. Negó con la cabeza, apretando los labios. Y murmuró su nombre – Peter…
- Lo siento… - Nico la miró, la abrazó, y él también… dejó que salieran las lágrimas – Lo siento, nena…. – hasta a él se le ahogó la voz. – me dijo que te diera esto… - se sacó un sobre de su pantalón y se lo entregó a Lali. – Al menos, a muerto dignamente.

Capitulo 22 (Epilogo)  

Si estás leyendo esto… es porque… algo salió mal, cariño…
Siento no estar aquí a tu lado ahora mismo, pero… no quiero que llores ¿eh? Que sepas que te estoy viendo desde arriba y por la noche tendré que hacerte alguna travesura, castigándote por llorar por un estúpido como yo.
¿Sabes? Las horas me parecen años aquí, me cuesta tanto seguir adelante sin ti. La comida está asquerosa, nada se compara a los platos que tu.. mi amor, sabes hacer.
Además estoy rodeado de estupidos pajeros… y pensar que yo podría tenerte entre mis brazos ahora mismo.. si les enseñase una foto tuya, se les caería la polla al suelo. Pero paso.. no quiero que tengan sueños eróticos con mi nena.
¿Sabes otra cosa? Quiero que seas feliz, que rehagas tu vida… y que te acuerdes de este testarudo hombre de vez en cuando. Quiero que tengas hijos.. entre ellos una hija, que salga a su madre, que tenga esa mirada limpia, y ese gran corazón que tú tienes. Quiero que disfrutes, en otro hombre, de lo que a mí no me ha dado tiempo de darte.
Y quiero que sepas, que yo… estando ahí arriba… o en todo caso, ahí abajo, donde pertenezco más, estaré pensando en ti, en cada hora, cada minuto, cada segundo.
Te amé… te amo… y te amaré. Siempre.
Peter Lanzani.

Era la séptima vez que leía la carta. El pañuelo estaba empapado, y ella, sentada en el peldaño de la casa de Peter, no sabía qué hacer. Se sentía acabada, se sentía sin vida.
Un brazo, algo tembloroso la rodeó por detrás.

- Te dije que no lloraras por un imbécil como yo. Te tendré que castigar.

Lali abrió la boca, de par en par se giró, y se lanzó encima de Peter.
- Eres tonto… dios mío… no sabes lo mal que lo he pasado… - Lali empezó a llorar, de nuevo, como nunca lo había hecho.
Peter estaba herido, pero lo más importante es que estaba vivo, la besó tiernamente. Los besos que ella había echado tanto en falta.
- Te dije que… te dije que volvería. Y esta vez, para quedarme, para estar contigo. Para siempre.

Después de un par de meses, una rehabilitación y algunos centenares de explicaciones a sus amigas y familiares, Lali había vuelto a su vida normal. Pero con algo más… con Peter. Después de que Nico y ella se hicieran a la idea de que él había muerto, por milagro, había vuelto. Y ahora ya, recuperado… convivían, el día a día juntos, aun que no llevaran mucho tiempo, en la casa de Peter situada al centro de Los Ángeles. Para Lali_ era una ventaja, pues caía cerca de su clínica de masajes.
- Me voy… - le dio un ligero beso en los labios a Peter. Él le dedicó una sonrisa – ten cuidado.
- Eso te lo tendría que decir yo a ti. – Una mirada fue suficiente para que el cuerpo de Lali reaccionara – debería estar prohibido que una mujer como tu se paseara con tacones altos por la calle.
Lali dejó escapar una risita floja y cerró la puerta, prometiendo a Peter que por la noche seguirían discutiendo eso. Como ellos dos lo solían hacer… entre las sabanas.
- Buenos días Mary. – saludo Lali a su secretaria.
- Buenos días Lal. – La rubia le devolvió una tierna sonrisa, mientras seguía arreglando unos papeles. – Tienes hora, hay una nueva clienta.
- ¿Sí? – Mary asintió - ¿Cómo se llama?
-  Nina
- ¿A qué hora? – dijo Lali entrando a los vestuarios y cambiándose la ropa de calle por la bata de la clínica.
- A... esta. – Mary se giró hacia Lali. – es esta chica.
  Lali se giró. No creía lo que sus ojos estaban viendo. La nueva clienta era jodidamente parecida a Belen. Lali se frotó los ojos. Céntrate, La, céntrate… es imposible. Sonrió. Peter dijo que  Belen está… muerta

                       FIN PRIMERA TEMPORADA