lunes, 1 de abril de 2013

Capitulo 67 y 68


Holaaa Zarpadas! 40 firmas estan en el otra entrada!! No me imagino cuantas firmas van haber en la proxima novela que esta mas zarpada que esta
Subi por que me hicieron MUY feliz las firmas :D 
Las quiero

Besos @catelanzani

Capitulo 67

— ¿Por qué me había preguntado eso? ¿Que él se sentía presionado? Yo desde un inicio le dije que buscaría un lugar para vivir y el mismo fue el que no me dejo irme. Y ¿Ahora se arrepiente?

Entre al baño y abrí la regadera permitiéndole el paso a las gotas de agua, en segundos estaba lleno de vapor. Deje caer la sabana en el piso y entre. Me estremecí un poco al sentir el agua tan caliente, asi que comencé a regularla abriendo de poco el agua fría.

Las gotas tibias se llevaban cualquier rastro del sudor producido anoche. ¿Porque siempre teníamos que estar peleando? Era imposible pasar un día completo sin discutir.

—Ábreme— la voz y dos golpes en la puerta del baño me sacaron de mis pensamientos ¿Como había entrado a la habitación?
—Já— grite irónicamente —Por favor salte y cuando termine hablamos— utilice un tono más cortante.
—No me hagas entrar— amenazó —Cierra la llave ya mismo, te espero abajo, tenemos que hablar— mi corazón se detuvo por un par de segundos. No pude responder nada ya que el nudo en mi garganta no me lo permitía. Hice caso omiso a su orden y seguí duchándome con tranquilidad.

Baje las escaleras entre saltos como siempre lo hacía.
— ¿Peter? — pregunte entrando a la sala pero no estaba.
—…En la cocina— escuche su voz y camine hacia allá.
— ¿Qué quieres? — pregunté seria cuando entre
—Que hablemos— dijo con la boca llena —Sin que terminemos gritándonos.
—No hables con la boca llena— rodé los ojos. Puso su mano en su boca y vacio lo que tenía dentro de esta. — ¡No hagas eso!— grité entre risas dándome la vuelta para no ver las galletas molidas en su mano.
—Quiero que hablemos sin que terminemos gritando.
—Sí, pero…— me gire nuevamente — ¡No, no, no!— volví a darme la media vuelta cuando regreso las ‘galletas’ a su boca. Carcajeo.
— ¿Querías?— seguía riendo, solo me dedique a mirarlo con reprobación. — ¿A dónde ibas?— preguntó cambiando su mirada.
—A casa de mi madre.
— ¿A?— se acerco a mi
— ¿De qué quieres que hablemos?— cambie de tema
— ¿A qué vas allá?— preguntó una vez mas
—Necesito unas cosas— relajo su ceño
—Bien— suspiró —No me contestaste la pregunta que te hice hace rato…
—No Peter…— me incomodaba esa pregunta, tal vez yo lo estaba presionando demasiado. —Yo no me siento asi, pero si tú sientes que es muy… rápido y si te molesta que yo viva aquí, dímelo. Yo no…
—Hey, Hey— alargo riendo. Simplemente no lo comprendo! —Eso es lo que quería escuchar— me deslumbro con su sonrisa —Para mí es más que perfecto que vivas aquí, solo quería saber si tú no te sentías presionada— lo golpeé en el brazo y abrió sus ojos a tope — ¿Y eso?
—Pudiste haber dicho eso desde el principio— ahora yo fruncí el ceño —Nos pudimos haber evitado la discusión— sonrió
—Pero luego no habría una reconciliación— paso sus brazos rápidamente por mi cintura y me apego a su cuerpo y sin dejarme emitir palabra o sonido alguno capturo mis labios en un profundo beso.

— ¿Te puedo acompañar?— preguntó acariciando mi mejilla
—Si— sonreí —Pero pensaba ir de ahí al centro comercial— mordí su labio inferior provocándolo.
— ¿Y?
— ¿Crees resistir?— levantó una ceja
—Tengo que acostumbrarme ¿no?
—Buena respuesta— junte nuestros labios nuevamente.

Si por él fuera, nos hubiéramos quedado en casa. Pero ¡ya no tenía ropa! Asi que tenía que ir por unas cuantas prendas más a casa de mi madre, y después a comprar otras más. Ya que la mayoría eran vestidos y digamos que ya me estaba esforzando un poco más en cambiar mí forma de vestir.

Todas las trabajadoras se sorprendieron al verme, afortunadamente mi madre no estaba. Si me interesaba verla, saber cómo estaba. Después de todo es mi madre. Pero al parecer, bueno con lo que me contaron… no parecía afectarle mi ausencia. Ambas estábamos mejor asi.


*Cuenta Peter

Vi a Lali  salir de la casa con una maleta llena, a penas y podía con ella. Rápido baje y le quite la maleta.
— ¿De verdad necesitas ropa nueva?— pregunté al sentir el peso de la maleta
—Si— sonrió y arrugo la nariz —Esa solo trae zapatos y bolsos— por suerte la habitación que le había asignado en casa tenía un gran armario.

Cargado con cerca de diez bolsas estaba sentado frente a los vestidores de una tienda. Agradecí no ser el único ya que unos tipos más estaban igual que yo, unos fuera de la tienda esperando, otros sentados en los pequeños sillones esparcidos por el lugar.
Enfoque mi mirada al vestidor número tres, donde estaba Lali. Solo podía ver de un poco mas debajo de las rodillas ya que la puerta blanca no estaba hasta abajo.
Vi como quitaba sus botas, reí por dentro al ver sus calcetines rosas. Jamás había conocido a alguien que le gustara tanto ese color.
Ver su short caer a la altura de sus tobillos, me saco de mis pensamientos. Seguido de esto su blusa cayó al piso. Siendo sincero me moría de ganas por entrar.


Capitulo 68

Mordí mi labio inferior y me rete a mi mismo por tener esos pensamientos, en este momento. Sacudí un poco mi cabeza y logre despejarla un poco. Regresé mi mirada hacia el probador, estaba en la punta de los pies, se giro hacia la puerta y una vez más giro dándole la espalda a la puerta. La cerradura giro y rápido desvié mi mirada hacia el techo. Estúpido, lo sé. Escuche su suave risa, volteé y vi que solo su cabeza salía del probador.
— ¿De qué te ríes?— pregunté curioso
— ¿Y tú que miras en el techo?— volvió a reír. —Ven, necesito que me ayudes— mis ojos se abrieron a tope, pero trate de disimular.
— ¿Y-Yo?— indagué y me miro con reproche
—Si no quieres llamo a alguien más— la mire serio y deje todas las bolsas en el piso.
Me paré frente a ella, bueno frente su cabeza que era lo único que podía ver. — ¿Con qué te ayudo?— pregunté y se hiso a un lado
—Entra— dijo pero me quede paralizado, no era buena idea que me dejara entrar. — ¡Peter me verán!— oh no, eso no. Entre al pequeño cubículo y cerró la puerta. —Súbeme el cierre— me dio la espalda, dejándome ver el cierre que venía desde la parte baja de su espalda. Subí en contra de mi voluntad lentamente el cierre. Rápido se dio media vuelta para verse en el espejo. Se veía con detenimiento, no parecía convencida. ¡Y como no iba a estarlo! Era un vestido negro.
—Se te ve hermoso— di un beso en su hombro, en realidad se le veía perfecto.
— ¿De verdad?— pregunto insegura —El color no me convence— lo sabía.
—Si de verdad— sonrió —…Pero no lo llevaras. — su sonrisa se esfumo y una mueca de incomprensión se formo.
— ¿Por qué no?— nos mirábamos por el espejo.
—No saldrás a la calle con eso— la abrace, no quería que se enojara y empezáramos una discusión —Es muy corto— carcajeo y quito mis brazos.
—Peter no está corto— al menos no había gritado.
—¡Oh si lo está!— me cruce de brazos y ella lo hizo también. Ninguno pensaba ceder. Ella aseguraba que lo llevaría y yo aseguraba que no lo haría.
—Yo no te digo que puedes usar y que no— replico molestándose un poco, había que reconocerlo ambos estábamos haciendo un gran esfuerzo por no gritarnos.
—Perfecto— le guiñe un ojo —De todos modos no lo llevaras— me di la media vuelta y escuche como gruñía, no tardaba en explotar.
—No Peter, espera — su tono de voz cedió. La verdad yo no tenía planeado entrar y discutir. —Baja el cierre— lo baje, al parecer esta vez yo había resultado victorioso.
Me acerque para besar su cuello pero se hizo a un lado – ¡Mierda!- grite por dentro. Como si ella fuera a dejarme ganar.
—Gracias ya puedes salir— dijo cortantemente.
Salí y me senté donde estaba anteriormente, Esta mujer simplemente no sabía dar su brazo a torcer.
Salió del vestidor con una mirada seria y un montón de ropa en su brazo derecho, me puse rápido de pie y la aborde quitándole todo de las manos para que no cargara, no me convenía tenerla de enemiga.
Aun cargado de bolsas y ropa quise tomar su mano pero se hizo a un lado. Bien Hecho Peter…

*Cuenta Lali

Me pare frente a la caja junto con Peter quien dejo todas las cosas en el mostrador.
— ¿Tarjeta o Efectivo?— pregunto la castaña tras el mostrador
—Efectivo
—Tarjeta— corregí a Peter, todas las demás compras él las había pagado en contra de mi voluntad. Era mi novio, no mi esposo. No tenia por que mantenerme ni siquiera aun que fuera mi esposo. Me miro desaprobatoriamente, lo ignoré y entregué mi tarjeta. —Ese no lo llevaré— le dije antes de que marcara el vestido negro.
—Es muy lindo, ¿No te gusto?
—Sí, es lindo— sonreí forzadamente —Pero no me convence. — siguió marcando las cosas y guardándolas en bolsas.
—Gracias por su compra— dijo con una gran sonrisa mientras me entregaba todas las bolsas.
— ¿Te ayudo?— hablo Peter para ayudarme con las bolsas, pero me negué. —Vamos
Lali— alargo —No seas chiflada— lo miré fulminantemente, estaba más que enojada. Pero estaba haciendo un enorme esfuerzo para no gritar. —Elige otro vestido, el que quieras— se acerco a mi —No estés enojada— dio un rápido beso en mis labios. Mire hacia abajo.

*Cuenta Peter

Levanto su mirada un poco mas risueña —Me vuelve loco tu sonrisa— la alagué y una pequeña sonrisa comenzaba a asomarse. Como pude la abrace ya que era algo difícil hacerlo con tantas bolsas.
Paso sus brazos por mi espalda abrazándome también antes de unir nuestros labios. Al parecer había sido más fácil de lo que pensaba.
—Y si mejor yo escojo algo para ti…— ese tono de voz, esa mirada. Mi novia era una manipuladora de primera.
—No lo creo— le dije divertido mientras trataba de besarla de nuevo pero me empujó.
—Entonces vámonos ya— nuevamente cambió su tono a uno más duro.
— ¡Lali!— la tome de la mano
—Suéltame.
— ¿Estarás asi todo el día?— pregunté con fastidio. Sabía que quería estar con ella y utilizaba eso para aprovecharse de mí.
—A menos que me dejes comprar el vestido o algo para ti— su tono de ‘convencimiento’ volvió.
Pensé con detenimiento las opciones que me daba, si le compraba el vestido todos los imbéciles del campus lo disfrutarían y no sería divertido tener que golpear a cada uno de los que tuvieran la valentía de mirarla.
La segunda opción ¿Qué podría comprar para mí? ¿Una camisa? Sin duda esa era la mejor, si no me gustaba simplemente lo desaparecía. Era más fácil, ya que ella no me perdonaría que dañara algo de su armario.
—Está bien, elige algo para mí— una perversa sonrisa se apodero de su rostro.


13 comentarios:

  1. Hmmmmmm, en el mismo provador y no paso nada??seeeeeeee

    ResponderBorrar
  2. Woooow
    Ré temprano hooy
    Hay maaas?

    ResponderBorrar
  3. Que lindas peleas tontas!
    Espero el otro!
    Flor..

    ResponderBorrar
  4. La próxima tiene mucho sexo???hmmmm me gusta me gusta

    ResponderBorrar
  5. Cual és la próxima?????cuentaaaa

    ResponderBorrar
  6. Peter es el mas zarpado acaa jajajajajaja
    Casi la viola en el provador o en pensamiento

    ResponderBorrar
  7. Hahah q bipolares q son jummmm no se qué estará tramando Lali escoger para Peter haha esta buenísima

    ResponderBorrar
  8. ao q esten juntos pero deben hacer algo con su temperamento comoo dije la vez pasada sino van a pelear mucho y en algun momento se cansaran ............. espero lo solucionen ......... aun asi amo la pareja q hacen
    besos
    mica

    ResponderBorrar
  9. uhh yo no hubiera elegido esa opcion
    lali es muyyy chiquiilina se enoja x todo!
    mass

    ResponderBorrar